viernes, 17 de agosto de 2007

Corazón abierto I

Te extraño. No sé cuanto más podré extrañarte. Cada recuerdo es una cicatriz. Cada alegría se convierte en dolor. No puedo encontrar respuestas. Es de noche y es como si siempre lo hubiera sido. No sé si sea posible sufrir más de lo que lo he hecho hasta ahora. Los días son eternos y las horas son tortura.
Pienso en tí, y no me veo. Pienso en mí y sólo te veo a tí. Quiero escucharte y tranquilizarme. Quisiera que me dijeras que no me vaya, corrieras a abrazarme y te aferraras a mí. No lo haces. Quisiera que me amaras. No lo haces. No hay nada más que hacer. Yo no pierdo las esperanzas, pero no hay nada más que hacer.
No quiero que alguien más tome mi lugar en tu vida. No quiero que nadie más ocupe el tuyo en la mía. Eres el veneno que alimenta mi sangre. Me debo conformar. Me quieres. Yo también te quiero. Tú tienes tu vida, también tienes la mía. Ojalá pudiera recuperarla sin ganarme otra cicatriz. Ojalá pudiera recuperarla, pero te la entregué. Pudiste haberla aprovechado mejor, pero que importa, de todas maneras es tuya. No puedo encontrar respuestas
Sigue siendo de noche. Sigo extrañándote. Renuncié a todo por tí. Ahora ese todo me pide a gritos que renuncie a tí. Te amo, no me quiero ir. No quiero desear abrazarte y que mis manos no te encuentren. Mi razón y mi fuerza se desvanecen cuando pienso en tí. ¿Tú piensas en mí? Temo estar aferrada a una idea que haya inventado mi mente. Temo que todo sea mentira. Temo no tener el valor digno de ti que creo tener.
Mi corazón es traicionero. Me sigue traicionando. A tí no te lo hará jamás. ¿Qué puedo hacer para que mi corazón me quiera a mí y no a tí tanto como lo hace? No puedo encontrar respuestas. No puedo reencontrarme. No puedo dejarte ir. Por eso me tengo que ir yo. Me encuentro en un mundo tan grande…tan ajeno…tan iluminado…pero yo sin tí me siento tan oscura.

No hay comentarios: